Queremos a alguien que nos demuestre que le importamos, alguien que nos apoye, en las buenas en las malas, que nos piquen, que se disculpen, alguien prácticamente perfecto, pero en el momento que lo encontramos o creemos haberlo encontrado, nos aterramos, nos aterra el echo de que nos falle, de que no sea así, nos da miedo terminar enamorándonos de alguien y que este si decide irse se lleve parte de nosotras.
Y es entonces cuando empezamos a buscarles peros... defectos, da igual cual sea pero tiene que tenerlo, tenemos que demostrarnos que no son tan perfectos y que no corremos peligro de enamorarnos, pero no nos damos cuenta de que enamorarse es vivir una gran aventura en la que te tienes que arriesgar, puede ser que si, que te enamores y te termine dejando, y lo pasaras mal, no te voy a decir que no, pero llegara un momento en el que lo superes, y vuelvas a tener ganas de encontrar a alguien con el que compartir tus sueños, tus miedos...
Tendrás ganas de complementar tu vida con alguien más.
Dejemos de buscar tantas escusas y hagamos lo que el corazón dice en un momento determinado.
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