martes, 23 de febrero de 2016

Un mal día

No es que no quisiera estar con nadie, sino que necesitaba que me entendieran, que me pudieran comprender, necesitaba a alguien que no me preguntara como estaba, solo que me abrazara y estuviera conmigo.
Pero que recibí, desconfianza, reproches que no venían a cuento, parecía que todos sabían se habían puesto de acuerdo para hundirte el día.
Él solo quería que le dijera lo mucho que me hacia falta en mi vida, que le echaba de menos... pero no podía decirle eso, cuando en mi cabeza y en mi corazón ya había otra persona, la única persona que una vez que me conquisto nunca más salió.
Ella había tenido un día agotador y lo pagaba con cualquier persona que estuviera en casa y eso me toco a mí  también.
Con ellos todos los días son así, todos somos muy cabezones y nos cuesta terminar dando nuestro brazo a torcer... con ellos ya estoy acostumbrada a estar así.

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